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Porto Colom

jueves, 11 de noviembre de 2010

Prudencia

Asistí hace unos días a la primera Jornada de Gestión, Estrategia y Empresa, que reunió a empresarios y directivos de + Humana en la excepcional "possesió" de Son Maixella (donde recientemente sus propietarios Carme y Joan descubrieron unas pinturas murales en proceso de restauración).

Me llamó la atención encontrar la sala llena (hoy en día estamos un poco cansados de tanto "push" de jornadas y seminarios) y sobre todo escuchar a un ponente con tantas tablas como el Dr. Sandalio Gómez, Catedrático y profesor titular de IESE, el cual hablando de "liderazgo empresarial y motivación" nos recordó a todos la definición de PRUDENCIA.

Tal y como explicó en su exposición, el significado de la palabra "prudencia" en la época aristotélica se asociaba a un concepto de "tomar las decisiones adecuadas en el momento adecuado", es decir una actitud que hoy en día llamaríamos "proactiva", frente a la deformación que se suele hacer de su significado, sobre todo hacia una actitud "pasiva". 

Ser prudente parece ser, para una gran mayoría de gente, sobre todo líderes empresariales y políticos, precisamente "no tomar decisiones", quizás a la espera de que otros las tomen por ellos. La actitud simplista de tener siempre a mano un "cabeza de turco" culpable de tal o cual actuación debería llegar a ofender la inteligencia de contribuyentes y ciudadanos. 

Volviendo pues a la definición original, a estos personajes deberíamos calificarlos de IMPRUDENTES puesto que no han tomado las decisiones que necesitábamos o no lo han hecho en tiempo y forma, por lo que los resultados de su actitud han resultado negativas para el desarrollo de la sociedad o empresa que lideran.

Supongo que a estas alturas de post, quién lo lea, tendrá en mente ya varios personajes que ilustren esta reflexión. 

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